Para ello participamos en las asambleas de vecinos y reuniones con el equipo municipal que gestionaban la prueba piloto de la Superilla experimental del Poblenou. 

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Fue el primer contacto con "la ciudadanía" desde que empezabamos a formarnos en la universidad en cuestiones de espacio público y debates sobre el coche en la ciudad. 

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Nos dimos cuenta de que en ocasiones puede existir un abismo entre la visión dentro de la academia y la de la calle. Fue revelador en cuanto a la dificultad de la sociedad en adoptar cambios en la ciudad. 

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De aquí salió otro debate, ¿cómo se debe gestionar la participación ciudadana y hasta que punto las decisiones deben ser tomadas por un técnico?

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